Voy a
intentar ordenar mis pensamientos para escribir aquí lo que este libro me ha
parecido. En primer lugar, me ha parecido inquietante una sociedad así dividida,
compartimentada en grupos ya predeterminados, en el que cada grupo está
destinado antes de nacer para que cumpla
su función, que no tiene opción de cambiar su destino, que le es negada la
facultad de pensar porque desde el primer instante de su concepción (en una
probeta) en el mismo momento en que se
convierte en un embrión, comienza su educación a la que son sometidos
todos, en inmensas cadenas de producción de seres “humanos” cada uno con su
etiqueta, en su categoría, diferentes castas, pero iguales entre sí, cada uno
en su grupo, felices de no pertenecer a la otra casta sea esta más alta o baja
la hipnopedia, ha hecho ya su trabajo.
No todos
están, hipnopedizados? Parece que
en el mudo hay diez zonas, y en cada una de ellas hay una cabeza pensante que
decide por todos, para el resto, pan y circo, mucho circo, y cuando alguien
tiene la osadía de la más pequeña insumisión, lo envían a las tinieblas.
Hay un
momento en que dos mundos se encuentran; El organizado y estructurado, el que
no admite pensar libremente y que rechaza toda individualidad; Y el otro más humano,
con la eterna pregunta y búsqueda de Dios, y del ser íntimo de cada uno; Que
escoge para sí mismo el azar y el peligro, el sufrimiento, la bondad y el
pecado y sobre todo la libertad.
En su
momento, este libro fue catalogado como una utopía; Lo inquietante es, cómo, a
lo largo de los años, se está mostrando como algo es cada vez más realizable, el alineamiento es cada vez más evidente, la ciencia y la tecnología pueden
estar cada vez , más cerca de esta utopía.
Los
signos de querer hurtar la educación y el conocimiento a las nuevas
generaciones se están haciendo más evidentes, nuestros gobernantes no quieren
que las clases más bajas puedan acceder a la Universidad, nosotros no pudimos
hacerlo, con mucho sacrificio conseguimos que nuestros hijos sí fueran a la
Universidad. ¿Nuestros nietos lo conseguirán?
José
Luis Sampedro dijo: Hay que vivir, para vivir hay que ser libre, para ser libre
hay que tener el pensamiento libre y
para tener el pensamiento libre hay que educarse. Hace poco escuché decir a alguien....."Aunque estemos sometidos luchemos para no ser sumisos".
meli
meli
Una crítica literaria muy acertada...me ha gustado mucho!!!!
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